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"Urdiendo la Historia" reconstruye relatos ancestrales

Tejedoras diaguitas abren exposición

"Urdiendo la Historia" reconstruye relatos ancestrales

Publicado el 06/12/2019
Exposición "Urdiendo la Historia" en el Museo Histórico Gabriel González Videla, diciembre 2019.
Exposición "Urdiendo la Historia" en el Museo Histórico Gabriel González Videla, diciembre 2019.
El Museo Gabriel González Videla les invita a esta nueva exposición que presenta textiles tradicionales elaborados por las tejedoras diaguitas de Juntas de Valeriano de la Región de Atacama.

La exposición "Urdiendo la Historia" nos presenta textiles tradicionales elaborados por las tejedoras diaguitas de Juntas de Valeriano de la Región de Atacama, así como un amplio registro fotográfico de la vida de los que mantienen vivo el tejido en telar de palo plantado.

Telar de palo plantado tiene una extensión de 6 varas (5 metros), pedales, espadilla y cuatros lizos que ordenan la trama, este telar en Chile es similar al telar criollo de los valles calchaquíes de Argentina. Su estructura rudimentaria y compleja, permite un trabajo textil intenso, generando piezas densas y regulares, como el poncho y la manta arriera, que por su cualidad impermeable protegen al criancero de la fría noche cordillerana.

Tejer en estos telares no es tarea fácil. Primero la tejedora monta su tejido en el artefacto, tarea que puede llevarle un día completo. Enlizar la manta o las alforjas implica abrir cañas y montar hilos que articulen la trama textil. Una vez que esta tarea se ha hecho la artesana montará en su telar, moviendo la trama con la espadilla y los pedales, hasta que la obra esté terminada y una manta o un morral salgan al cerro a acompañar a su nuevo dueño.

La exposición impulsada por las mujeres de la Comunidad Indígena "Yastay" de Juntas de Valeriano reconstruye el relato ancestral a través de las obras textiles de Blanca Villegas, Katherine Carmona; Doris Campillay; Paula Alcayaga; Sandra Araya; Raquel Cayo; Alvadina Carmona; Silvia Alcayaga; Manuela y Dina Campillay. La tejedora que muchas veces es criancera, comienza su tarea lavando la lana de oveja con fruto del tomatillo y jabón. Una vez que le vellón está limpio y cardado, ella se sentará junto al brasero cada noche, sola o acompañada de otras mujeres, a hilar y torcer enterando madejas y bolas de estambres. Cuando el color de la lana es bonito, queda cruda sino, los montes proveerán de diversos tintes que pintarán las mantas, frazadas y morrales.

Exposición financiada con el apoyo del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio a través de FONDART 2019, estará abierta hasta enero del 2020.