La exposición "El Tofo, imágenes tras la neblina" es muestra fotográfica que da cuenta de la vida y explotación en el yacimiento minero, en una relación de tiempo y espacio desde 1906 hasta hoy.

El Tofo fue el primer y más importante yacimiento siderúrgico de Chile, descubierto por Eulogio Cerda Vallejo en siglo XIX. Hacia 1908, la propiedad minera fue vendida a la Sociedad Francesa de Altos Hornos. Cinco años más tarde la empresa arrienda el mineral a la empresa Bethlehem Chile Iron Mines Company.

Es en 1913 que comienza paulatinamente a construirse un campamento minero, el que más tarde dará origen al pueblo de El Tofo. Desde ese período se registra exportaciones por el Puerto de Cruz Grande, a través de un sistema de andarivel, avanzada tecnología mecánica y el uso del ferrocarril eléctrico. El pueblo minero logra su mayor apogeo a comienzos de la década de 1950, cuando alcanza una población de un poco más de dos mil personas.

“El Tofo era, el que yo recuerdo, como de tres niveles. Es un cerro muy lindo. En la punta del cerro vivían los gringos, en el segundo los ingenieros, en el tercero los empleados, y en el cuarto los obreros, hasta llegar al pie del cerro. Había mucha gente. No sé cuánta. Pero para mí, era mucha gente. Teníamos una escuelita para hombres y otra para mujeres”.(Recuerdos de Graciela Villagrán Castellón. 2023).

Posteriormente y durante el gobierno del presidente Salvador Allende, se produce la nacionalización de El Tofo, anexándose con la Compañía de Acero del Pacífico (CAP), la que también se transformó en una empresa netamente estatal. Entre 1974 y 1977 se produce el cierre del mineral, y se abandonan definitivamente los sectores poblados del campamento, Santa Ana y Bellavista, radicándose algunos de sus pobladores en el sector de la Compañía, en La Serena.