Paulina Brugnoli Bailoni da vida a la exposición “CAMINO tejido, caminemos tejiendo” en el Museo Histórico Gabriel González Videla, que recoge sus obras de los últimos 20 años.

El 12 de octubre se inauguró la exposición “CAMINO tejido, caminemos tejiendo” en la que la artista exhibe 26 piezas textiles de pequeño formato, documentos y fotografías personales, a través de los cuales indaga en universos creativos de herencia ancestral y visión contemporánea.

“Visión y tacto son los sentidos que combina en cada obra, convoca cada color café, rojo, verde o azul, quizás raíces, árboles, agua o cielo. Encara el color como encara la naturaleza en esa relación viva de la luz y el ojo “ayudándonos a ver”. Esta amenaza del color es latente componente de la memoria colectiva como un puente entre pasado y presente. Todo eso está en ella tratando de ser un tejido.”, explica el texto de la exposición. Así Paulina Brugnoli presenta obras de sugerentes títulos como “Chicatha”, “Taypi”, “Iskaycapun”, “Horizonte medio. La tierra y el cielo se besan”, “Amtaña”, “Chapilca”, “Del amor de las lagartijas”, “Noches y Días”, “En esta tierra”, “Alas”, “Encuentro”, “Yendo”, “Esperanza en giro”, “Unu”, “Kenko”, “Una mujer vestida de sol” entre otros, dan cuentan de la fuerza del color.

Estas obras hechas con finos hilos enlazados en un telar se caracterizan por una fuerte carga material: relieve, textura y gestualidad que a partir de imágenes íntimas, evocan una y otra vez la dualidad o la influencia entre dos tradiciones la andina y la occidental, la urbana y la campesina.

Un poco de historia.

Paulina Brugnoli en enero de 1966, viajó a Chapilca. Después inició un proceso de estudios interdisciplinarios con otros estudiantes de la Universidad de Chile para formular un plan de desarrollo integral con la comunidad. Estos proyectos también serían los proyectos de título de cada participante, incluyendo áreas como arquitectura, agronomía, cooperativismo, economía y tejido a telar. Eran tiempos de planteamientos renovadores en las universidades y en el gobierno. Estudiar textos del pedagogo brasileño Paulo Freire fue fundamental para iniciar un acercamiento entre mundos separados: el mundo rural campesino y el urbano. La artista se desempeñó como asesora en textiles en CEMA CHILE, en ese entonces dirigida por Lorenzo Berg. Durante estos años, leyó gran parte de la obra del escritor peruano José María Arguedas, que la situó en la riqueza de la cultura andina.

“Nieta de inmigrantes italianos, nací, crie y eduqué en este, mi querido país. Mucho le debo a la Universidad de Chile y a muchas personas sencillas que me han ayudado a vivir y conocer sus variadas realidades para que pudiera situarme y cumplir algo de mis aspiraciones de ser chilena. Así voy aprendiendo a respirar y servir a través del oficio del tejido”, expresa Paulina Brugnoli.

La exposición fue coproducida con el Comité Nacional de Conservación Textil y apoyada por la Secretaria Regional Ministerial de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de Coquimbo.